Archive for the ‘Choros’ Category

Tras Tu Pisada

Me lo dijiste algún día (o eso creo), no siempre estarías por aquí, te cansarías de mi y de mi “no querer cambiar”, del mismo imbécil que por tenerte no hizo nada, el niño grande, el que no quería dejar de jugar, quien quería todo para si, hasta tu amor y resignación.

Tenias razón, no era yo quien a tu vida le daría sazón, necesitabas amar en la proporción exacta de un corazón capaz de corresponder, un corazón que no tuviera espacio para nadie más, alguien dispuesto a darte todo, al igual que tú, la vida y un sueño.

Debo reconocer no entendía lo que me decías, era difícil escuchar tu silencio, tu peculiar modo de reprochar sin siquiera mirar, me había acostumbrado a no creer podría perderte, y todo por pensarte mía, pues esa había sido tu promesa.

Mis excusas, siempre tan tontas, supongo te harté con mis cantaletas, el no querer hacerme responsable de mis acciones y por sobre todo de mis errores, esos que con tanto sacrificios solías tragar y así continuar (una vez pasaban los gritos y los reclamos, las lagrimas, los adioses inconclusos).

No quiero mentirte (no otra vez), aun hoy no comprendo lo que sentiste, cuando fue el momento en que te decidiste a ir, el porque no me atrevi a salir corriendo tras de ti. Tenía dudas, muchas en realidad, a perro viejo no se le enseñan nuevos trucos (mi pretexto favorito), desde que me conociste era el mismo, yo y mis mentiras, yo y mis miedos, el estupido concepto de libertad que profesaba.

Tarde como siempre, supe libertad no era hacer lo que quisiera, cuando quisiera, sino pudiendo hacerlo decidir hacerlo solo contigo, no por compromiso sino por conviccion, así como tú, cuando me regalabas tus días, y sobre todo tus noches, cuando eran mis brazos los que rodeaban tu cuerpo.

Seguramente no debiera ya escribir lo que escribo, de sobra conoces estas palabras, pero quizá esto no sea tanto para ti, sino para mi, para no olvidar, para no tener que vivir siempre la misma vida.

Roberto Arenas, ‘Paroxis’.

Anónima

Quisiera escribirte, contarte como antes mi vida, antes de ahora, cuando venías a buscarme, aquí, en esta tu página, con estas letras que sin poder considerarlas mías, te las he regalado hace tanto.

Eres siempre bienvenida, entre estos post y en esta mi vida, cuando quieras (como quieras)…

Entrelazados

Cuesta trabajo (lo sabes), cuesta trabajo no perder el norte, entre la rutina y los años, ahora que todo se da por sentado, nos acostumbramos a querernos lo que es preciso, recordando no somos ya niños.

Son del hoy nuestro las preocupaciones (el dinero, el trabajo, el tiempo), el que nada falte (difícil cuando aún nada tenemos), aprendemos a lidiar con tantos problemas, a que lo normal es callar y seguir (o eso nos han hecho creer).

Por seguro solo tengo, el que la historia no debiera ser como hasta ahora, que no busco media naranja o toronja, yo lo que busco es a ti, al alma que hace sentir completa a la mía, a la mujer que no busca a príncipe o héroe alguno, a quien como yo, se atreve todavía a soñar, y sueña con un final sin final, a quien apuesta por un eterno continuará.

No prometo nada, pero mi honor de por medio si te digo: Mientras no te rindas, pelearé hasta morir o ganar. Lo que quiero decirte es que quiero acompañarte y que me acompañes en el camino, mientras sea nuestro, a buen paso, un paso a la vez, sin prisa (que solo una vida tenemos, y de ella ciertamente con vida no saldremos), dándonos el tiempo necesario para disfrutar la vista y por sobre todo la compañia.

(Que de soledades hemos ya escrito demasiado).

Indiferencia

Quizá vos, un día pases a mi lado
No querrás recordar mi nombre
Te obligarás a olvidar,
Serás indiferente,
Tal y como lo has prometido…

Roberto Arenas, ‘Paroxis’.

Ruido

Solo vos podrás callar el ruido creado por la incertidumbre,
El ruido del fracaso que asegura el saltar a la nada,
El ruido que antecede al silencioso adios…

“…Le prometió la vida, un futuro, una historia sin final, sin garantías, sin más que sus sueños, manos vacías.

A luces una apuesta difícil de tomar, nadie sino ella (solo ella) podría burlar al vacío, a la mentira de un amor sin consecuencias, a la realidad de la distancia, del despertar sin ser capaz de recordar…”

Roberto Arenas, “Paroxis”.

Aquel Día

Existen amigos que estan destinados a no permanecer a nuestro lado (por mucho que los necesitemos), a pesar de las lágrimas, del adios que no cesa.

No, no hay que olvidarlos para seguir con nuestras rutinas, hay que pelear, pelear con la vida y hasta la muerte, demostrar su causa no esta perdida, no mientras nos quede aliento, no mientras los llevemos en los puños… en el corazón.

Aún lo recuerdo
Pareciera que fue ayer,
El vacío de sus ojos,
El silencio en su voz.

Todo era como siempre,
Pero en su corazón
Solo había ausencia,
El típico latir
Al que me tenía acostumbrado
Se esfumo para siempre.

Nada había cambiado
Solamente mi vida,
Tan solo el mundo que aquel día
Con su respiración
Se paralizo…

Roberto Arenas, ‘Paroxis’.

Pase lo que pase, cuentas conmigo, nunca lo olvides, te llevaré siempre, pelearé en tu nombre todas las batallas, como lo hicimos por otros, como alguien lo hará por mi.

Tarde

Es tan solo que no creo exista el final, es solo que a veces son demasiado largos los puntos suspensivos (no pidas explicaciones que no las tengo, solo son palabras sin sentido).

Nada cambiará,
Pronto,
Seremos solo pasado,
Una historia, no más,
No habrá quien recuerde
Quien hable de tu luz.

Seguiremos
Lejos de nosotros mismos,
Olvidándonos,
Un poco cada día.

En sus besos me buscarás
Negaremos conocernos,
No más encuentros casuales,
Ya no llamadas erróneas.

Te extrañaré,
Entre el cigarro y su humo
Te querré imaginar.

Te desearé en mi cama
Dormida, hermosa
Fingiré
No me dolerás más.

¿Juras me quisiste?
No puedo hoy entender tu mirada
¿Cómo apostar la vida?
Si al perderla, te pierdo a ti.

O todo o nada,
¿Contigo o sin ti?,
Por ti mi sangre
Y en tu adiós mi alma.

Roberto Arenas, ‘Paroxis’.

Fuimos Héroes

Nos enseñaron que morir por la causa era el mayor de los honores, que por ser quienes somos no podíamos dar menos que todo, sin importar el enemigo o el campo de batalla, pelearíamos, como era lógico, hasta el fin.

No cuestionábamos, no nos rendíamos, éramos los mejores, los únicos, la última línea de defensa, la primera ofensiva, los días duraban lo que fuera necesario, sin importar las lesiones, las enfermedades, la falta de armamento.

El tiempo a pasado, y es cierto, seguimos en guerra, guerra que a costado tantas bajas, aún quedamos algunos, pero solos no podemos, han llegado otros, una nueva sangre que no estuvo para vivir lo que nosotros vivimos, no logran entender lo difícil, lo importante que es ser quienes somos, creen no vale la pena, no han entendido que no solo pelean por una idea, pelean por la memoria de quienes fuimos, pelean por ellos, por su futuro.

Roberto Arenas, ‘Paroxis’.

Has de Saber

Quisiera ser un ángel, un ser de luz, un caballero andante, un Quijote, un Mesías, algo más para ti.

Pero no lo soy, lo que ves es lo que hay, una persona llena de defectos, un pobre intento de héroe que no puede salvarse a si mismo pero que por ti la vida y más.

Lo que quiero decir (decirte), es que muy lejos estoy de ser el hombre de tus sueños, no podría amarte sino con un corazón remendado, lleno de heridas, extravíos, desvaríos. Sé mereces todo (y me odio por ello, por no tenerlo, por saber no soy para ti).

No te prometo nada (pues nada tengo), solo mi terquedad, la seguridad de un camino duro, sed y hambre, amor, tan solo la promesa de no más mentiras, de morir a dar un paso atrás.

Es una apuesta difícil, no te culparía por no tomarla, no te preocupes, yo también se lo difícil que es confiar, cuanto duele el llegar a perder, cuantas revoluciones mueren antes de empezar…

Roberto Arenas, ‘Paroxis’.

Darara

Que no daría por vos,
Por vuestro mañana,
Por el corazón que late en tu pecho.

Sería al destino demasiado pedir (lo sé),
El poder cambiar al mundo,
Invocar la paz en nombre del amor,
Una tregua al olvido.

Todo por no perderte,
Por no morir,
Por verte despertar
A mi lado en algún amanecer.

Roberto Arenas, ‘Paroxis’.

“…darara, darara, darara…”

Return top

Paroxismo

(Del gr. παροξυσμός).

1. m. Exaltación extrema de los afectos y pasiones.