Quisiera ser un ángel, un ser de luz, un caballero andante, un Quijote, un Mesías, algo más para ti.

Pero no lo soy, lo que ves es lo que hay, una persona llena de defectos, un pobre intento de héroe que no puede salvarse a si mismo pero que por ti la vida y más.

Lo que quiero decir (decirte), es que muy lejos estoy de ser el hombre de tus sueños, no podría amarte sino con un corazón remendado, lleno de heridas, extravíos, desvaríos. Sé mereces todo (y me odio por ello, por no tenerlo, por saber no soy para ti).

No te prometo nada (pues nada tengo), solo mi terquedad, la seguridad de un camino duro, sed y hambre, amor, tan solo la promesa de no más mentiras, de morir a dar un paso atrás.

Es una apuesta difícil, no te culparía por no tomarla, no te preocupes, yo también se lo difícil que es confiar, cuanto duele el llegar a perder, cuantas revoluciones mueren antes de empezar…

Roberto Arenas, ‘Paroxis’.